Cómo ahorrar electricidad con el uso inteligente del horno eléctrico
Bueno, pues déjame contarte que esto del ahorro eléctrico con el horno eléctrico es un tema que siempre me ha intrigado. Recuerdo una vez, hará unos años, que estaba en casa de un amigo y me dice: «¿Sabes que el horno se come la luz como si no hubiera mañana?» Pues sí, y ahí empezó mi cruzada por descubrir cómo ahorrar electricidad con el uso inteligente del horno eléctrico sin renunciar a mis pizzas caseras y asados de domingo.
El horno eléctrico es uno de esos electrodomésticos que parece inofensivo, pero que consume un montón cuando no sabes manejarlo bien. Así que, venga, voy a soltar lo que sé y lo que he ido aprendiendo al vuelo sobre esto, que al final es una mezcla de consejos prácticos y un poco de sentido común, que parece que ahora se lleva menos pero bueno…
Primero lo primero: entiende cómo consume tu horno
Es que para ahorrar electricidad con el horno eléctrico, lo básico es saber cómo funciona y qué partes de su uso son las que más energía chupan. Por ejemplo, el precalentamiento es uno de los grandes villanos. Sí, ese momento en que pones el horno y esperas pacientemente a que alcance la temperatura deseada.
- El precalentamiento consume mucha energía porque el horno tiene que llegar a la temperatura alta rápidamente.
- Una vez caliente, el horno se apaga y se enciende para mantener la temperatura, lo cual usa menos, pero sigue consumiendo.
- Mantener la puerta cerrada es vital para no perder calor y que el horno tenga que trabajar más.
Así que, si quieres ahorrar, evita abrir la puerta cada dos por tres, que a veces uno se pone a curiosear y eso es un despilfarro de energía, literal.
¿Y qué tal si cocinamos varias cosas a la vez?
Ahí está el truco. No sé si era 3 o 4 pasos, pero la idea es la misma: si vas a usar el horno, aprovecha para meter varias cosas que se puedan cocinar a la misma temperatura o similar. Así evitas hacer varios encendidos y apagados. Yo lo hago mucho en Navidad, que meto las bandejas de pavo, las patatas y unas verduras, todo dentro y listo.
Claro que a veces esto no es práctico, porque no siempre tienes tiempo o ganas de complicarte, pero si lo piensas, es un ahorro seguro.
¿Precalentamiento? Sí, pero con medida
Mira, el precalentamiento no siempre es tan necesario como nos han contado. Por ejemplo, para pizzas o galletas es crucial, pero para platos que van a cocinarse lento y mucho tiempo, no tanto. Así que, a veces puedes meter la comida directamente y poner el horno encendido, ahorrando ese ratito de consumo extra.
Y si usas horno con ventilador, también conocido como convección, aprovecha ese modo porque distribuye mejor el calor y cocina más rápido, lo que reduce el tiempo de uso y por tanto el consumo. Eso sí, no todos los hornos lo tienen, pero si el tuyo sí, úsalo.
Pequeños detalles que marcan la diferencia
- Usa recipientes adecuados: los de vidrio o cerámica retienen mejor el calor que los metálicos delgados.
- Apaga el horno antes de que termine el tiempo y deja que el calor residual termine la cocción.
- Limpia tu horno regularmente porque la suciedad afecta la eficiencia y hace que consuma más para calentar lo mismo.
Ah, espera, creo que me estoy liando un poco con esto. Tenía algo apuntado pero no lo encuentro, da igual. Lo que quería decir es que a veces ni haciendo todo bien sale. No sé si me explico, pero bueno, ya me entiendes. Que a veces uno sigue todos los consejos y la factura sigue alta, o el plato no sale como quieres, es un poco frustrante. Pero vale la pena intentarlo, aunque sea para no tirar la casa por la ventana con la electricidad.
¿Y qué pasa con el mantenimiento del horno?
Eso también influye. Un horno que no está bien cuidado puede consumir más energía de lo normal. Las juntas de la puerta pueden estar viejas o dañadas, y entonces el calor se escapa. Cambiar esas juntas es barato y ayuda mucho. También revisar que el termostato funcione bien evita que el horno esté más tiempo del necesario encendido.
La importancia del aislamiento y el lugar del horno
Vale, no sé si esto lo había pensado antes, pero igual la cocina influye. Si tu horno está cerca de fuentes de calor o en un lugar mal ventilado, puede que tenga que trabajar más para mantener la temperatura. También si la cocina está muy fría, el horno se enfría más rápido cuando abres la puerta.
Así que, fíjate en dónde está y cómo lo usas. No es un consejo revolucionario, pero es otro detalle para ahorrar electricidad con el uso inteligente del horno eléctrico.
¿Y el microondas o la olla eléctrica? ¿No ayudan?
Esto es un off-topic rápido pero que viene al pelo, porque a veces queremos ahorrar y usamos más el microondas para calentar o cocinar cosas pequeñas. El microondas suele ser más eficiente para pequeñas cantidades porque calienta rápido y directo las moléculas de agua de la comida.
Pero ojo, que no siempre se puede sustituir un horno por un microondas si quieres determinados resultados, como un buen gratinado o un asado. Lo bueno es combinar y saber cuándo usar cada uno.
La clave final: planifica y sé consciente
Al final, para ahorrar electricidad con el uso inteligente del horno eléctrico, lo más importante es la planificación. No dejar para último momento el cocinado, evitar abrir el horno sin necesidad, aprovechar el calor residual, y tener un horno en buenas condiciones.
Ya sé que suena un poco a manual de instrucciones, pero es que es lo que hay. La electricidad no es gratis y menos en estos tiempos, y si podemos hacer algo para no pagar más, pues mejor, ¿no?
En fin, espero que te haya servido este desahogo de ideas y consejos. Me voy que ya es tarde y tengo que preparar la cena, que el horno no se va a usar solo, aunque a veces parezca que sí.